El término está de moda. Lo podemos llamar Industria 4.0, digitalización industrial o cuarta revolución industrial. Todo es poco para dar énfasis al momento decisivo de cambio que se está viviendo en la industria. Cambio comparable al vivido en el siglo XIX con la aparición de la máquina de vapor en la primera revolución industrial, o el vivido en las empresas tras la primera guerra mundial en la segunda revolución, con la introducción de la electricidad, el trasporte, el automóvil, o la invención del teléfono, o más recientemente a finales del XX, con la implantación de la informática en la tercera revolución industrial.
La cuarta revolución industrial es consecuencia de los enormes impactos que ya están teniendo en las fábricas los cuatro factores siguientes:
- La digitalización y conexión vía internet de las cadenas industriales.
- La cooperación de las unidades productivas deslocalizadas, gracias a la conexión síncrona, de los sensores digitales de las máquinas, que ofrece internet a nivel global.
- La implantación de la robótica como sustituta del trabajo humano.
- La simulación y predicción de demanda de que hoy somos capaces gracias al big data y al data mining.
Todo ello, configura un nuevo escenario revolucionario que abre oportunidades pero también desafíos que pretendo abordar, de forma resumida, en esta nota. Estamos ante un cambio relevante, el Word economic fórum de Davos 2016 ha tenido como lema central: La cuarta revolución industrial.
A mi entender son cinco los principales desafíos a entender y afrontar:
1.- El impacto en el mercado de trabajo que supone la digitalización y robotización de gran parte de la cadena de valor empresarial:
En la próxima década se prevé que el 47% de los trabajos actuales se puedan robotizar (fuente forrester 2025) Solo en Europa en los próximos 5 años, 7 millones de puestos de trabajo serán robotizados. El impacto de la robotización no será solo en las fábricas, un ejemplo: Google y el resto de fabricantes de automóviles prevén que en 2020 los coches sin conductor serán usuales, con el impacto en los trabajos de camioneros, taxistas y maquinistas que eso supone. Se prevén impactos parecidos en la banca, seguros, turismo. La mayoría de los trabajos rutinarios serán sustituidos por un robot.
Este cambio en el mercado laboral no es nuevo, solo el 1% de los trabajos que se hacían hace apenas un siglo han sobrevivido a la 2ª y 3ª revolución industrial: Segador, leñador, herrador, hachero, resinero, campanero, barquillero, colchonero, sereno… ¡El 70% de la población trabajaba en la agricultura! Con la industrialización y desaparición de estos trabajos aparecieron nuevos tipos de empleos que nos ayudaron a mejorar socialmente, hoy vivimos mucho mejor, ahora también puede suceder, no sin un proceso duro de ajustes y de reinvenciones laborales como ocurrió entonces. El 62% de los alumnos que actualmente cursan primaria trabajaran en oficios que aún no se han inventado. ¡Vaya reto para el sistema educativo!
2.- El incremento de intercambios a nivel global que supone la conexión “síncrona” de las unidades productivas deslocalizadas.
La deslocalización de la cadena de valor, su conexión “síncrona” a través de internet, con los sensores de las máquinas conectados a internet, junto a la robotización de los procesos productivos, traerá un nuevo “mapa” de localización laboral. El coste de la mano de obra ya no será el factor más importante.
Las infraestructuras de conexión, la capacidad para atraer talento, la calidad de vida, la seguridad y el ecosistema empresarial para facilitar el emprendimiento y la financiación, marcarán los nuevos polos de crecimiento regional y mundial.
Este nuevo mapa de localización industrial y de servicios a la industria, incrementará más la globalización, hará retornar a Europa y USA procesos fabriles antaño deslocalizados en regiones emergentes. A la vez se configuraran nuevas áreas de desarrollo de talento como está sucediendo en Bangalore (india) y su fuerte posicionamiento en el talento de Big Data, o Lima con su incipiente pero prometedor posicionamiento el apps de bajo coste. La logística (también sincronizada) devendrá un factor clave.
Pasaremos de las cadenas de valor subcontratadas a fraccionar el core de valor. La pregunta ya no es que hacen ellos y qué nosotros, sino sobre todo qué podemos hacer juntos qué ninguno podría hacer por separado (juntos no significa próximos geográficamente).
3.- Las nuevas tecnologías que florecen bajo el Internet de las cosas IOT y los modelos de predicción y relación sustentados en big data y el data minig.
Internet está ante el tercer cambio estructural desde sus orígenes. Si en el decenio 1995/2015 se desarrollo el entorno Web y el e.comerce y en el decenio 2005/2015 se desarrolló el internet 2.0 de las redes sociales, hoy el reto ya es otro. En esta década (2015/2025). Los sensores y dispositivos de todo tipo conectados a internet de forma síncrona, no solo las máquinas de las cadenas de montaje y la logística de transporte, sino el propio consumo, crean un gran caudal de datos de alto valor estratégico. Por ejemplo la geolocalización de los smart Phones de los clientes, su historial de navegación, las smart cities, la smart TV, la nueva domótica IP, o los coches conectados… hace que el nuevo reto de internet sean LOS DATOS.
Si alguien no está pre-ocupado por sus datos hoy es un ingenuo, no me refiero solo a los datos personales y a su seguridad, que trataré en el próximo punto, me refiero a cómo sacar valor estratégico a los datos que podría disponer y procesar hoy nuestra empresa. Apuesto a que en la próxima década, aparecen una o dos empresas que hoy tal vez ya existen que no conocemos, que se configuraran como los nuevos Facebook, Google o Amazon de esta nueva era. Su valor estará centrado en la evolución y gestión del Big Data y el Data Minig, dos palabras que no son nuevas pero sin duda están de moda.
Los que pretendan seguir compitiendo solo en calidad de producto/servicio, sin incorporar las nuevas capacidades que ofrece el IOT y el el big data, pueden ser los nuevos Kodak o Nokia de esta década. Sectores como la banca, seguros, sanidad o retail, creo serán de los primeros en verlo. No estamos hablando de e.comerce sino de datos…
4.- Los desafíos de seguridad digital, ciber-crimen y protección de los datos personales en el entorno digital, conectado y en “la nube”.
Como continuación del punto anterior es lógico visualizar el enorme reto en seguridad que nos abre este nuevo escenario. Reto enorme en todos los niveles: Político, policial, empresarial e incluso de seguridad planetaria. En las reuniones a puerta cerrada en el foro de Davos 2016 (donde realmente se debaten los temas críticos) el tema de la seguridad en internet, el ciber crimen, la protección de los datos personales y de los estados, coparon gran parte de la agenda, los otros dos temas candentes de estas reuniones de inicio de año fueron. La crisis de los refugiados en Europa con el previsible caos que se espera esta primavera y el temor a un nuevo rescate bancario por la desaceleración internacional. Dos temas coyunturales y un gran tema estructural: La seguridad de los datos.
5.- Los nuevos modelos de negocio consecuencia de los desafíos anteriores.
El reto mayor de todos no es cómo adaptar el modelo existente (económico, social o laboral) a la revolución en la forma de trabajar, fabricar, trasportar o comercializar. El gran impacto es la aparición de nuevos modelos disruptivos de negocio, trabajo y sociedad. No me refiero solo a los ya clásicos: Google, Amazon o Apple, ni solo a los que aparecen día a día transformando sectores enteros como: Booking, tripadvisor , Airbnb, Uber, Wallapop. Consolidando nuevos modelos nuevos modelos de negocio como los colaborativos, crowfounding, fremium, de subscripción, basados en la publicidad, de afiliación, peer to peer, de generación de leads… Me refiero al impacto que la cuarta revolución industrial está ya produciendo en empresas como General Electric, EADS, Atrium, Foxcrom, WW, nada sospechosas de caer en banalidades de la moda. No estamos hablando de futuro, la cuarta revolución industrial es ya presente.
Ante tal panorama de cambios déjenme acabar con la famosa frase de Víctor Hugo: El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable, para los temerosos, lo desconocido, para los valientes es la oportunidad.
Mucha suerte y muchos éxitos!
Carlos Jordana, 2016